sábado, 29 de septiembre de 2012

-XXVIII- EL LUGAR DE LA SEGURIDAD.



En este  lluvioso dia de septiembre. he estado cogiendo las últimas moras y he llegado hasta aquí .

Me he dado cuenta de que nada tengo envidiable y lo que puede ser envidiable, o no se ve o no puede ser robado.También me he dado cuenta, de que lo que tengo es más que suficiente. Por tanto, no siento envidia de otros; si éstos tienen algo que admiro y que veo que puede desarrollar o completar lo que yo tengo, intento cultivarlo en mi mismo.

Todo esto me ha dado una gran seguridad. He entendido que el lugar de la seguridad, está en el lugar de la convicción y ése va conmigo.










 

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