Miro las tierras sobre las que estoy caminando y tengo la sensación de que yo también soy tierra, sólo que pensante, soy tierra que durante un tiempo se ve a si misma y puede pensar/se y es más, me surge la pregunta, de si ese pensamiento mio, es más bien, un diálogo de la Tierra consigo misma.
Este mirlo que veo saltando entre los arbustos de las cercas, no es sino la viva expresión de los impulsos de la Tierra, él, también es tierra, al expresarse, expresa lo que la Tierra precisa expresar.
El valle está lleno de vida, lleno de ese continuo diálogo de la Tierra consigo misma.
...Hay que ver los efectos produce la contemplación de unas gotas de rocío iluminadas por el sol sobre la hierba!! :-)
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